
El precio del oro ha subido aproximadamente un 33% en lo que va de año, alcanzando varios máximos históricos en los últimos meses. En la semana que acaba de concluir, el lingote siguió subiendo hasta alcanzar un nuevo máximo histórico de 2.790 dólares la onza antes de retroceder y cerrar la semana en 2.736,40 dólares.
Cabe destacar que los retrocesos durante el repunte actual han sido más bien sutiles y de corta duración. De hecho, el metal precioso ha registrado ganancias en ocho de los últimos diez meses, y solo se mantuvo estable en enero y junio. En medio de las actuales incertidumbres geopolíticas y fiscales, la demanda de activos de refugio seguro y las compras por miedo a perderse algo de dinero impulsarán el precio del oro a cotas más altas en los próximos meses.
Aumento de las entradas
La demanda de oro aumentó significativamente en el tercer trimestre del año, aspecto que se reflejó en los recientes movimientos de precios. Según el Consejo Mundial del Oro, las compras de los bancos centrales y el mayor interés de los inversores de alto valor contribuyeron en gran medida al aumento registrado en la demanda.
Los últimos datos publicados por el consejo indicaron que la demanda total de oro aumentó un 5% interanual hasta las 1.313 toneladas, lo que supone un récord en el tercer trimestre. Además, el tercer trimestre de 2024 marcó la primera vez en la historia que el valor de la demanda del activo superó los 100.000 millones de dólares, tras haber aumentado un 35% interanual.
Cabe destacar que los flujos globales de ETF de 95 toneladas contribuyeron de manera clave al crecimiento observado de la demanda. De hecho, el Consejo Mundial del Oro señala que el tercer trimestre de 2024 es el primer trimestre positivo de entradas de ETF desde el primer trimestre de 2022, cuando la demanda se vio impulsada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la posterior congelación de los activos del Banco de Rusia. En comparación, en el tercer trimestre de 2023 se registraron salidas de 139 toneladas.
Tanto para las personas adineradas como para los bancos centrales, las incertidumbres en torno a las elecciones estadounidenses y la estabilidad financiera han reforzado la demanda de oro como refugio seguro.
Para empezar, existe una creciente preocupación por la sostenibilidad de la deuda estadounidense, que actualmente asciende a 35 billones de dólares, lo que equivale al 124% de su PIB. Esta asombrosa cifra ha suscitado inquietudes en numerosas entidades, entre ellas el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha declarado que el déficit es “demasiado grande y realmente necesita ser solucionado”.
Para reducir su exposición a los riesgos fiscales de Estados Unidos, cada vez más bancos centrales e inversores privados están diversificando sus carteras de inversión para incluir más oro que bonos del Tesoro estadounidense. Además, dependiendo del candidato que gane las elecciones presidenciales estadounidenses previstas para el 5 de noviembre, las preocupaciones sobre el riesgo de subordinación de la Reserva Federal y las probables tensiones comerciales han aumentado el atractivo del oro entre los inversores occidentales.
Tasas de interés de la Reserva Federal
En la nueva semana, la atención se centrará en las elecciones estadounidenses y la decisión sobre los tipos de interés de la Reserva Federal. Ambos acontecimientos están llamados a aumentar la volatilidad en los mercados financieros, aspecto que ha incrementado la demanda de oro como cobertura ante las incertidumbres.
Es cierto que los inversores ya han descontado un recorte de 25 puntos básicos de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal durante su reunión de dos días de noviembre, que finalizará el 7 de noviembre. Incluso con el fortalecimiento del dólar estadounidense y el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro, un débil informe de nóminas no agrícolas de octubre ha afianzado las expectativas de una mayor flexibilización monetaria por parte del banco central estadounidense. Por tanto, la decisión de la Fed puede no ser un gran detonante para el mercado del oro.
En vista de las reñidas elecciones presidenciales estadounidenses, los inversores están interesados en proteger su riqueza de la impredecible situación política recurriendo al oro. Dependiendo del candidato que resulte ganador, las alianzas internacionales, la política exterior y los cambios en las políticas internas seguramente tendrán repercusiones en los mercados financieros.
Se espera que el aumento resultante de la demanda de oro siga impulsando los precios en los próximos meses. De hecho, con estos factores, los alcistas están apuntando a un hito previamente inalcanzable de $3,000 por onza en 2025.
Pronóstico del precio del oro

Gráfico del oro de TradingView
El gráfico semanal muestra que el precio del oro ha experimentado una fuerte tendencia alcista en los últimos meses, lo que lo convierte en uno de los activos con mejor rendimiento del mercado.
El oro se ha mantenido constantemente por encima de las medias móviles exponenciales (EMA) de 50 y 200 semanas.
Al mismo tiempo, el indicador MACD ha saltado a un máximo de varios años de 120. Además, el índice de fuerza relativa (RSI) se ha movido por encima del nivel de sobrecompra de 80. El oscilador estocástico también ha subido al nivel de sobrecompra.
Además, ha formado un patrón doji, lo que indica un posible retroceso después de las elecciones estadounidenses y la decisión de la Reserva Federal. Si esto sucede, podría caer al siguiente punto en los 2.500 dólares.
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