
México tiene la intención de aumentar considerablemente el número de empresas que cumplen con los requisitos para vender a Estados Unidos en virtud de un acuerdo comercial regional en las próximas semanas, dijo el viernes el ministro de Economía, Marcelo Ebrard, después de que Washington suspendiera los aranceles a los productos mexicanos que ingresan al país en virtud del acuerdo.
En una conferencia de prensa, Ebrard admitió que un segmento de empresas responsables del 10% al 12% de las exportaciones de México podría tener dificultades sustanciales para cumplir con los estándares del T-MEC, aludiendo específicamente a problemas en el sector automotriz.
Para abordar estas preocupaciones, México tiene la intención de entablar conversaciones directas con los fabricantes de automóviles en las próximas semanas para garantizar una transición más fácil al cumplimiento de los términos del acuerdo.
Las complejas normas de origen establecidas por el T-MEC exigen que una cierta cantidad de piezas de automóviles, así como el acero y el aluminio utilizados en su fabricación, procedan de la región.
Según un informe de Reuters, si bien los principales fabricantes de automóviles, incluidos General Motors, Ford y Stellantis, han hecho campaña para obtener exenciones arancelarias para los artículos que cumplen con el T-MEC y han acogido con satisfacción la suspensión de los aranceles, las empresas que no cumplan con estos requisitos podrían enfrentarse a aranceles del 25%.
Ebrard también informó que funcionarios mexicanos y autoridades comerciales estadounidenses se reunirán la próxima semana para continuar las negociaciones sobre los nuevos aranceles al acero y al aluminio que ingresan a Estados Unidos.
Panorama comercial previo al T-MEC
El T-MEC alteró significativamente las relaciones comerciales entre Canadá, México y Estados Unidos.
Actualmente, más del 50% de las exportaciones de México cumplen con el T-MEC.
Ebrard espera que esa proporción alcance entre el 85% y el 90% en las próximas semanas, a medida que las empresas se adapten a las nuevas normas comerciales, lo que podría estabilizar las relaciones económicas entre las dos naciones.
Un mayor cumplimiento de las normas del T-MEC podría dar lugar a un entorno comercial más favorable y predecible.
Posibles desafíos futuros
La expectativa de una mayor conformidad con el T-MEC en el horizonte es positiva, pero algunas industrias específicas pueden tener dificultades para adaptarse a las nuevas normas.
Ebrard mencionó en particular el sector automotriz como un área que podría enfrentar desafíos, afirmando que no todas las empresas podrían adaptarse fácilmente a los estándares del T-MEC.
El gobierno mexicano pretende negociar condiciones favorables para su economía, asegurando al mismo tiempo una sólida conexión económica entre ambos países.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, declaró el miércoles que el país podría buscar nuevos socios comerciales debido a las crecientes tensiones económicas con Estados Unidos.
Las declaraciones de Sheinbaum se producen en medio de una creciente incertidumbre en diversos sectores de la economía mexicana, particularmente en la industria automotriz.
Según Goldman Sachs, Estados Unidos importó automóviles y autopartes de México por valor de 181.400 millones de dólares en 2024, lo que representa casi el 10% de la economía del país.
Las próximas negociaciones entre México y Estados Unidos podrían ser una oportunidad crucial para que ambos países gestionen eficazmente los desafíos de la dinámica del comercio internacional.
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